Hubo un tiempo, ya pasado, en el que las indicaciones terapéuticas en los entornos hospitalarios se realizaban de manera manuscrita.
Imagen: Pixabay |
Por aquel entonces se bromeaba con la necesidad de contar con un especialista en criptografía a la hora de dispensar o administrar la medicación. Tal era la dificultad (y necesidad) de entender, que un grupo de estudiantes llegó a diseñar un app especializada para evitar este problema.
Pero eso, ocurría en el pasado... ¿no? O eso creíamos nosotros.
Un buen día nos llega un mensaje de Ana Isabel (que no es la primera vez que nos contacta) donde nos decía que estaba buscando bibliografía que sustentara el uso de sistemas digitales. Su pregunta concreta se centraba en el servicio de urgencias de un hospital concreto pero que, desde luego, es extrapolable a cualquier otro. Allí tienen dos software disponibles, Diraya y Prisma, donde es posible consultar las prescripciones. Sin embargo, la transcripción a las gráficas de cada paciente se se realiza a mano.
"A vuela pluma" le diríamos que si se dispone de una alternativa más segura, como un sistema digitalizado, no le vemos ningún sentido no usarlo. Lo manuscrito añade riesgos innecesarios y de sobra conocidos. Vamos a revisar qué nos encontramos en el camino habitual que recorremos cada semana.
Bancos de preguntas
Nada por aquí, y nada por allá. Esta semana ni Preevid ni PiCuida nos ayudan en esta empresa. Preevid, para quien no lo sepa, permite la búsqueda no solo por campo de texto libre en toda su base de preguntas, sino que se puede acotar por categorías. En el día de hoy hemos probado (además de en toda la base) con la de "Calidad asistencial", que era la que más encajaba con el tema.
Guías de práctica clínica
Aunque en Guiasalud no hemos localizado nada, no solo allí hay guías (cierta esperanza teníamos con la sección "No hacer", pero no hubo suerte).
Hemo localizado una web muy orientada a nuestro interés de la Generalitat de Catalunya, denominada Seguretat dels pacients. De entre las referencias que incluye, destacamos la Guía para el manejo de los medicamentos de alto riesgo. Aunque da recomendaciones para la situación de no disponer de sistema electrónico, solo vamos a resumir la parte que nos corresponde hoy (si algún lector o lectora lo necesita, puede seguir el enlace para ver las recomendaciones cuando no existe el sistema electrónico).
En resumen: es más seguro porque se puede disponer de alertas automáticas (dosis máximas, dosificación en situaciones especiales, duplicidades, interacciones, alergias, etc.). Se pueden estandarizar los medicamentos y las de pautas de dosis y de frecuencia. También se puede disponer de protocolos de tratamiento predefinidos para situaciones concretas (p. ej. pacientes sometidos a intervenciones quirúrgicas). Ventajas que, claramente, un sistema "en papel" no ofrece.
Imagen: seguretatdelspacients.gencat.cat |
Sociedades científicas
No siempre el viaje de PreClic en busca de evidencia pasa por las sociedades científicas. No por ello dejan de ser buenos lugares donde localizar artículos, guías o protocolos de actuación. Hoy sí es día de visitar un par. En la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria nos encontramos con una publicación propia titulada "Farmacia Hospitalaria" que contiene un capítulo con el sugerente nombre de "Errores de medicación". En este texto hay cosas recogidas como:
"La implantación de la prescripción electrónica reduce los errores de medicación significativamente, porque elimina los errores debidos a la caligrafía de la prescripción manuscrita y asegura que la prescripción esté completa y en la forma correcta.
Además, la prescripción asistida disminuye los errores de selección incorrecta del medicamento, provee de sistemas de control de dosis, acceso directo a información sobre el paciente y alerta sobre interacciones, contraindicaciones y alergias".
Crystal clear, que diría un anglosajón
También hemos visitado la American Society of Health-System Pharmacists. De allí os vamos a resumir el documento ASHP Guidelines on Preventing Medication Errors in Hospitals.
Durante el proceso de transcripción se conocen varios factores que pueden afectar a la seguridad:
- Redacción incompleta o ilegible
- Uso de abreviaturas que pueden conducir a mala interpretación
- Falta de familiaridad con las denominaciones de los fármacos, dosis o frecuencias
Revisiones sistemáticas
Nuestra querida Cochrane tiene algo para nosotros esta tarde: Reducción de errores de medicación en adultos en el ámbito hospitalario. Se recogieron estudios con varias intervenciones que tenían la intención de reducir errores. Con respecto a la pregunta de hoy, concluyen que: "Los sistemas de prescripción electrónica asistida probablemente reduzcan los errores en la medicación y los eventos adversos. Las alertas priorizadas podrían además prevenir eventos adversos.Búsqueda bibliográfica
Hay bastante publicación en la dirección de sustentar el uso de sistemas electrónicos frente a los manuales. Vamos a repasar unos cuantos.
En el trabajo español titulado "Errores de prescripción, trascripción y administración según grupo farmacológico en el ámbito hospitalario" encontraron, sobre el estudio de un total de 5578:- 146 (2,6%) fármacos no prescritos, pero sí transcritos por enfermería
- 4 (0,07%) órdenes verbales
- 57 (1,02%) fármacos prescritos pero no transcritos por enfermería
- 6 (0,10%) medicamentos no prescritos pero que eran necesarios y que eran transcritos y administrados.
Imagen: Escrivá García, 2017 (tesis doctoral) |
Conclusión de PreClic
La transcripción manual de tratamientos médicos es un factor relacionado con el error de medicación. Una redacción incompleta o ilegible y el uso de abreviaturas que induzcan a error son solo dos de los aspectos que pueden contribuir al error.
Si está disponible un sistema electrónico de ayuda a la prescripción de fármacos, éste contribuye a reducir o eliminar errores como la administración de fármacos no prescritos, la falta de administración de los prescritos, el cambio de la dosis o la vía de administración. Además, estos sistemas permiten añadir capas adicionales de seguridad tales como alertas de dosis máximas, duplicidades, interacciones o alergias, por mencionar algunas.