jueves, 11 de julio de 2019

Pobre de la dieta que no tenga residuos

Esta semana vamos a escribir sobre nuestro cuerpo fit y las dietas (pero no, no vamos a hablar de la operación bikini, que para eso ya es tarde). Este era el llamado que nos hacían en Twitter:



Enchufamos el robot de cocina y nos ponemos a preparar nuestra estrategia de búsqueda.

Bancos de preguntas
Como siempre, empezamos por preguntar a los que responden preguntas y navegamos a Preevid y a PiCuida pero en esta ocasión no encontramos respuestas.

Guías de práctica clínica
Nos movemos por la renovada GuíaSalud (dadle un vistazo a la nueva interfaz). Encontramos una guía sobre cuidados perioperatorios de la cirugía mayor abdominal. En ella leemos los resultados de varios estudios que comparan intervenciones de recuperación intensificada con cuidados convencionales en cirugías colorrectales. Son las primeras las más recomendables junto a hacer una intervención laparoscópica.

También cita estudios en los que se demuestra que la ingesta en las primeras 24 horas postquirúrgicas acorta la estancia hospitalaria y, aunque cita estudios que determinan lo contrario, acaba recomendando esta ingesta temprana como la intervención más adecuada (siempre en función de la tolerancia del paciente) pudiéndose comenzar 4 horas después de la cirugía.

No nos habla de dieta baja en residuos, únicamente de líquidos y sólidos en función de la tolerancia del paciente.

Probamos en buscar por NICE con low waste diet y más tarde con colon surgery diet pero los resultados obtenidos no nos proporcionan la información que queremos..

Revisiones sistemáticas
La Biblioteca Cochrane nos ofrece una revisión que encontramos buscando ”cirugía colon" en Título  y Resumen.

En ella se comparan las estrategias tradicionales con las estrategias de recuperación mejorada después de una cirugía o de cirugía de tránsito rápido. Las primeras consisten en ir implementando la dieta y la movilización del paciente según el progreso individual. Las segundas consisten en mejorar el tratamiento analgésico, garantizar una buena alimentación preoperatoria y una buena comunicación con los pacientes para fomentar así la movilización y establecimiento de dieta normal precoz para reducir el riesgo de complicaciones. Pues bien, en esta revisión concluyen con que este tipo de estrategias de rápida recuperación podrían ser más eficaces que las tradicionales (reducen la estancia hospitalaria y no dan lugar a más complicaciones que las tradicionales). No obstante, no hay suficiente literatura como para justificarlas como método estándar.

También encontramos otra en la que se habla de la nutrición enteral precoz (24h post-cirugía) frente a la nutrición tardía para reducir la estancia hospitalaria. En ella concluye que parece que la nutrición precoz hace que la estancia hospitalaria sea menor pero no se puede generalizar que haya menos eventos adversos, mortalidad o complicaciones debido a que los estudios incluidos aportan poca evidencia.

Hacemos la intentona de buscar “dieta sin residuos” o “dieta baja fibra” pero los resultados obtenidos no nos aportan nada relacionado con cirugías abdominales.

Búsqueda bibliográfica
Acabamos en la indispensable PubMed/Medline buscando ("Colorectal Surgery"[Mesh]) AND "Diet"[Mesh]) encontrando un artículo en el que se defiende la precocidad de la ingesta oral frente a la tardía siendo el primer día líquida y el segundo dieta normal alta en proteínas. El otro que seleccionamos se centra más en la movilización postoperatoria. En cuanto a la nutrición, tratan a los pacientes con dieta líquida el primer día y normal el segundo.

Búsqueda en la red
Buscamos en Google “dieta pobre en residuos postquirúrgica” para ver qué nos podemos estar perdiendo entre tanta ciencia. Encontramos una guía de dietas del Osakidetza en las que se muestran opciones dietéticas, pero no cuándo hacer uso de ellas.

También encontramos una guía del CECOVA en la que se indica que la dieta baja en residuos estaría recomendada en situaciones pre y postquirúrgicas para evitar y tratar estreñimiento además de en diverticulitis o cáncer de colon.

Nos aparece también un artículo alojado en SciELO en el que recomiendan la dieta pobre en residuos en estas situaciones. Señala que se debe tener cautela cuando se trata de la preparación quirúrgica ya que se puede producir desnutrición.

Afinando un poco más, nos dirigimos a la web de la ERAS Society (Enhanced Recovery After Surgery). En la sección de Colorectal enlazan una guía (antigua, de 2012) que dice así en lo que respecta a la nutrición:
  • La dieta normal es la base para la nutrición antes y después de la cirugía para la mayoría de los pacientes tratados con la aproximación ERAS.
  • Se han usado también suplementos nutricionales para conseguir las ingestas energéticas necesarias desde el primer día post intervención hasta el cuarto.
  • En situaciones especiales como desnutrición, pérdidas de peso no planeadas, enfermedades crónicas, problemas de alcoholismo, etc. se debe planear la suplementación de manera preoperatoria y mantenerla en el postoperatorio según proceda.
  • Al final del apartado de nutrición, a modo de resumen, insiste en la idea principal: “Para el paciente estándar de ERAS, el ayuno preoperatorio debe ser minimizado y postoperatoriamente los pacientes deben ser animado a tomar alimentación normal tan pronto como sea posible tras la intervención”.


Retrace your steps
Con esta guía enlazada en la web de la ERAS Society, hemos podido llegar fácilmente a la actualización de 2018. Volvemos a PubMed/Medline y con el título de ésta hemos obtenido en los resultados la nueva. Revisemos lo que dicen ahora en el apartado de nutrición:
  • Está bien establecido que los retrasos en la restitución de la ingesta de dieta oral normal tras cirugías mayores se asocia con peores resultados (infección y recuperación más prolongada).
  • Algunos reportes (como este ensayo) sostienen que una dieta baja en residuos es mejor que la dieta líquida para evitar las náuseas, reinicio precoz de la función intestinal y acortamiento de la estancia hospitalaria. Sin embargo, en este ensayo de 111 pacientes no se comparó la dieta normal frente a la baja en residuos (que es el foco de esta semana).

Seguimos tirando del hilo que ha dejado PubMed/Medline con una de sus opciones de la barra lateral, Similar articles y Cited by. Es ideal fijar la mirada en estos apartados cuando hemos encontrado un paper que nos resulta de interés, pues puede que ahí encontremos “más cosicas”. De este modo hemos llegado hasta una revisión de la literatura (o de autor, no sistemática) en la que recogen varios trabajos sobre dieta baja en residuos/baja en fibra para diferentes situaciones diagnósticas y terapéuticas.
  • En resumen, los autores sostienen que no hay suficientes evidencias para recomendar la dieta baja en residuos en ninguna de las situaciones que han estudiado. Asimismo, afirman que la definición de qué es una dieta baja en residuos requiere de un consenso, pues han hallado diferentes propuestas.


Conclusión de Preclic

A la vista de la evidencia hallada, no parece haber pruebas que sostengan que la dieta baja en residuos es mejor frente a la dieta normal para la recuperación tras una cirugía de colon (o cualquier otra de las estudiadas en los artículos incluidos en esta entrada).

Lo que sí parece estar demostrado y apoyado de manera general es que la precocidad de la reintroducción de una dieta normal (4 horas postintervención) acorta las complicaciones y la estancia hospitalaria.



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